ESPERANZA EN EL FUTURO. 50 años recordando a Miguel Enríquez
Por: LOM ediciones
Miguel Enríquez no llevaba la muerte en sí mismo, todo en él era músculo, flexibilidad y sentidos, y podría enumerar una larga lista de proyectos, todos sensatos. La muerte provino de una voluntad extranjera a su cuerpo.
A cincuenta años de su combate por la vida, vuelvo a mirar para vislumbrar en esta oscuridad esa luz incierta, titilante y a menudo débil que irradian algunas personas en sus vidas y sus obras.
La desesperación siempre contiene una pizca de esperanza. La loca esperanza de un encuentro entre el antaño y el ahora capaz de liberar algún bosquejo para nuestro futuro consciente. El reino del odio a la igualdad no es la última estación de la aventura humana. ¿Una hoguera en el desierto? ¿Por qué no?