JORGE MÜLLER
Por: Patricio Guzmán
Tenía un instinto cinematográfico personal, tenía reflejos de cineasta. No sólo encuadraba bien, sino que seguía a un personaje, cambiaba de ángulo, etc. Hacía planos verdaderos y no ilustraciones.
Escribo como artista chilena, palestina, cuyo cuerpo, al igual que ustedes, está cruzado por relatos y herencias. Y no puedo negar que escribo con una mirada sesgada por mi biografía y los relatos de mi tribu, sesgada por lo que imagino de Palestina. Pero escribo también desde el derecho a ver y a opinar sin haber vivido en esa tierra, escribo con el derecho a discernir desde lo que otras biografías relatan, desde hechos que cruzan el mar en fibra óptica, también desde el observar la derechización de buena parte de nuestro sistema mundo.
“Recuperar la palabra de una lengua en frontera, apunta a que no solo se van a editar libros, sino que la tarea se enfocará desde los borderland, no de los centros dominantes de un incultus culturales centrales. Esta posición discursiva y práctica es la que hace tan interesante a LOM en el contexto de sus pares” Mario Rodríguez, académico de la Academia Chilena de la Lengua.
“Acá la gente no se mete, ´oña”. Pregunto por qué: “Muchos años de sumisión en dictadura”.
Sin embargo, se palpan las ganas de muchxs por mejorar las malditas condiciones de vida de nuestros países dependientes (como se solía decir) que Salvador Allende y otros querían transformar. 50 años de sumisión, pero también de resistencia, de intervenciones urbanas que se multiplican como los panes. Y de eso voy a hablar (...)