Küme newen: mujeres portadoras de la herencia cultural y ancestral
Desde el año 1983, cada 5 de septiembre, distintos países conmemoran el Día Internacional de la mujer indígena.
Esta fecha, que honra a las mujeres portadoras de la herencia cultural y ancestral, tuvo su origen en homenajear a Bartolina Sisa, quien comandó los ejércitos quechua-aymara en contra de los colonizadores españoles, a fines del siglo XVIII en el Alto Perú. Fue reconocida como "heroína nacional aymara", desde 2005.
En conmemoración por el Día Internacional de la mujer indígena y por el respeto a los Derechos Ancestrales en resistencia, compartimos uno de los relatos de vida de mujeres mapuche, recopilado en el libro Zomo newen de Elisa García Mingo (coordinadora).
La pluma del Picaflor del agua de Adriana Paredes Pindatray
Soy Pindatray, «la que dice», una «mujer lengua» y crecí en el valle del Chaurakawün, a una cuadra del río Rawe. Ya no vive nadie de la familia en la casa materna, pero la rondan alwe a la espera de una respuesta.
Soñé mi nombre escrito en cortezas de canelo macho cuando era muy chica, mi nombre mapuche, claro que no lo supe entonces… y hoy puedo quizá hablar sólo desde el wingkawün que me habita…esa adversaria que vive en mi piel, en mis órganos, en mi pensamiento, en mi «no ser» también.
Cuando me piden que haga un relato sobre mi vida, me pregunto qué es real, qué tanto puedo recordar, porque lo que una puede contar de su vida es irreal de alguna manera. No sé qué tanto de lo que cuente acá sucedió tal como lo recuerdo… ni qué tan narcisista sea relatarse a sí misma… sólo sé que nos habita el küme newen y el wesa newen a todos nosotros; nos va inventando, poéticamente, trágicamente, narrativamente, irónicamente. No todo podemos decidirlo. La vida se crea a sí misma, impredecible muchas veces. También sé que este relato sí, quizá, narcisista, engrandece a mi madre Marina, a mi abuela Yolita del sol, quien me pidió antes de perderse en los caminos de la sin memoria, o de la otra memoria, que cuente su historia, y su voz suave y determinante habla por mí aquí.
Adriana Paredes Pindatray