Falleció Óscar Cuervo Castro: actor y fundador del Teatro Aleph

A los 74 años, falleció Óscar Cuervo Castro, actor y fundador del mítico Teatro Aleph. El pasado 25 de abril sucumbió producto de complicaciones derivadas del COVID-19.

En sus años de trayectoria artística se le reconoce por haber participado en diversas obras de Raúl Ruiz, Antonio Skármeta, Luis Sepúlveda, Orlando Lübbert, Claude Lelouch, Pierre Richard y Thomas Gilou. En el cine, uno de sus roles más recordados es el del cartero de Ardiente Paciencia, adaptación fílmica del libro de Skármeta.

En su época de prisionero en los campos de concentración de la dictadura, Óscar formó parte de grupos de teatro con otros internos. Fue liberado en 1976 y después partió al exilio en Francia, donde refundó el Teatro Aleph. 

Para homenajearlo compartimos un extracto de prefacio del libro La verdadera historia del Kabaret de la Última Esperanza de Óscar Cuervo Castro

Arqueología de un sueño. Fragmentos para la verdadera historia, de Luis Pradenas Chuecas

Al conocer nos, supe que es Aleph había surgido de la impaciencia de un grupo de alumnos del Instituto Nacional, “todos muy amigos y con unas inmensas ganas de güeveo”, a fines de los años sesenta en Santiago.

Por supuesto supe también que “lo alephiano” indica pertenecer al grupo, y también la manera de resistir la vida en la que nos reconocemos.

Mientras escuchaba de ustedes el relato de ese “teatro pobre, así, hecho de nada, donde todo se pasaba en la imaginación”, yo imaginaba la vieja casona de Lastarria 90, con su bandera azul enarbolada, y veía en ella un lugar de encuentro donde se tejían suelos de cambiar el mundo y de alcanzar la nueva vida.

Pero, la verdadera historia ocurrió de tal manera que, en septiembre de 1973, a los pocos días del regreso de una gira transatlántica, los Hawker Hunter bombardeaban La Moneda, el palacio se consumía bajo el fuego, cuando las patrullas militares arrancaron la bandera azul del teatro Aleph, y la quemaron sobre el cemento de la calle Lastarria.  

“¿Cuántos años tiene un día?” en esas circunstancias. No queda otra que aferrarse al calendario, y tratar de recordar aquello que yo no sabía.

(...)

Participar de la experiencia creativa al Aleph, significa un juego constante donde realidad y ficción se fusionan, en tanto la creación teatral se abre como una vía de descubrimiento, construcción y transcendencia de sí.