En memoria de las víctimas del Holocausto

Cada año, en torno al 27 de enero, la UNESCO rinde tributo a la memoria de las víctimas del Holocausto y ratifica su compromiso de luchar contra el antisemitismo, el racismo y toda otra forma de intolerancia que pueda conducir a actos violentos contra determinados grupos humanos.

El 27 de enero se conmemora la liberación en 1945 por las tropas soviéticas del campo de concentración y exterminio nazi de Auschwitz-Birkenau; la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó oficialmente esa fecha Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto.

El Holocausto no solo afectó profundamente a los países donde se cometieron crímenes nazis, sino que también repercutió en muchos otros lugares del mundo. Decenios después de los hechos, los Estados Miembros comparten la responsabilidad colectiva de abordar los traumas remanentes, mantener medidas que permitan una conmemoración eficaz, cuidar de los lugares históricos y promover la educación, la documentación y la investigación. Esta responsabilidad obliga a educar sobre las causas, las consecuencias y la dinámica de tales delitos, así como a fortalecer la resiliencia de los jóvenes contra las ideologías de odio.

Debido a que los genocidios y crímenes atroces siguen ocurriendo, recomendamos la reflexión en torno a lectura de EL TERCER REICH DE LOS SUEÑOS de Charlotte Beradt.

Prólogo a la edición en castellano

Leandro Levi
Soledad Nívoli

1. Investigar bajo el Tercer Reich


Durante el período de consolidación del nazismo, entre los años 1933-1939, Charlotte Beradt, una joven periodista cercana a los círculos intelectuales de Viena y Berlín, se dedicó a recopilar relatos de sueños. Sus propios sueños recurrentes y las charlas cotidianas con sus familiares y amigos a partir de la llegada de Hitler al poder le habían revelado algo bastante peculiar. Comenzó a notar, por una parte, que la necesidad de contar lo soñado se acrecentaba y, por otra, que el contenido de los sueños era semejante en unos y otros. Intuyó, entonces, que en la producción onírica de los habitantes del Tercer Reich podía llegar a encontrar alguna pista de lo que estaba sucediendo, ya que en la vida de vigilia era bastante difícil hallar explicaciones racionales a esto. Algo estaba pasando en el mundo circundante que repercutía directamente en el de los sueños, modificando su naturaleza y su función. Los medios críticos habituales estaban anestesiados y las vías de acción se restringían cada vez más. Únicamente los sueños parecían relatar de manera clarividente lo que el régimen comenzaba a practicar de manera incipiente y aún no del todo clara.

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