CONCURSO DE MICRORRELATOS: LA HISTORIA ES NUESTRA, LA CONTAMOS NOSOTRXS (QUINTA ENTREGA)
Para que sigamos leyéndonos este verano, compartimos la quinta parte de los microrrelatos que recibimos a partir de la convocatoria del concurso "La Historia es nuestra, la contamos nosotrxs: A 1 año del Estallido".
Estamos muy agradecidos por la gran acogida y participación que tuvo esta convocatoria. Durante las siguientes semanas publicaremos todos los textos que hemos recibido.
Aprender, Carlos Acevedo
- Amor, ya, arriba, hay que levantarse para el colegio….
- Ya, po´h, mamá, déjame dormir.
- No, mi amor, se va a hacer tarde, me voy al trabajo, vamos, al cole….
- Mamá, ya termina noviembre, cerraron todos los promedios, ¿para qué voy a ir?, capaz que están en paro otra vez.
- Por eso mismo, te levantas y vas, y si no hay nadie, te vas a la plaza o al semáforo a manifestarte, ¿oíste?, ayuda a la causa, po´h, arriba.
- Pero mamá, quiero dormir.
- Mira hueón, te levantas y vas, soy yo la que va a hacer las monedas, vas por mí y por toda la familia, ¿cachái?, anda a gritar, acá no te quedái mirando la tele, ¿entendiste?
- Ya, po´h, ahora me levanto.
- Ahí te dejé pá un pancito, la pancarta, ah, y te lavé y planché ropa interior, no salgas sin cambiarte.
- …pero, mamá, puta que huevéai.
- Te cambias si o si, ¿o querí que te vean los calzones medio cagaos?, no, mi amor, no, ni ese placer les quiero dar, si te agarran, a esos pacos culiaos.
Ellos, Carlos Acevedo
- Ya, po´h, córtala Lucho…
- Hagámosla cortita, Negra.
- No, córtala te dije, ahora vení a hacerte el dulce, linda la custión.
- Ya, Negra, dame la pasá…
- ¿Tay loco?, se despiertan mis sobrinos y tengo medio atao con mi cuñado…aparte que te hay estado portando mal.
- ¿Mal?, ¿porqué?
- Porque no hay ido a buscar pega, te vái a manifestar con tus amiguitos de la barra brava…por puro armar boche.
- No, Negrita, estamos yendo todos, los chunchos, los de la Cato, todos ahí, haciéndole empeño, Negra, juntos, como nunca…pero no sé.
- ¿Qué no sabí?
- Me está dando miedo, los pacos están brígidos…nos están sacando la chucha, ¿la dura?, por eso buscaba un cariñito, lo necesito, mañana voy a volver a ir a Baquedano, pero como está la weá… ¿Qué decís vo´h, voy o no voy?
- Mira, te la voy a hacer cortita, vas a seguir yendo hasta que algo cambie, pero te cuidái mucho, hueón, si te pasa algo, te juro que te saco la cresta…y ahora, calladito, levántate y vamos pá la cocina.
- ¿Ahora?, ¿y pá qué?
- ¿Cómo pá qué, amermelado?, para darte lo que andái necesitando, po´h.
1 año del despertar, Valentina Bernal Brito
Aquel 18 de octubre el recorrido de ida al trabajo fue normal, pero durante el día los clientes nos decían que los metros de distintos lugares de Santiago los estaban cerrando por las protestas. Al salir del trabajo el olor a lacrimógena era insoportable en Providencia, igual me fui caminando hacia el metro Tobalaba en donde había mucha gente. De repente llegan los Carabineros y comienzan a lanzar bombas lacrimógenas como locos, todos salimos arrancando a escondernos donde pudiéramos. Comencé a caminar, observando atentamente todo lo que pasaba a mi alrededor, lo quería grabar en mi mente, llegue hasta el metro Los leones, en donde había mucha gente alrededor, yo en ese tiempo no conocía muy bien Santiago así que puse en Googlemapp mi dirección para saber por dónde irme y cuanto me iba a demorar, cuando vi que en una hora y media llegaría a mi departamento caminando, me dio lo mismo el tiempo que me iba a demorar, mi corazón revolucionario iba feliz porque nunca pensé que lo iba a vivir, que “Chile iba a despertar”, que íbamos a decir basta de tantas injusticias. Todavía tengo presente la cara de muchas personas que a pesar de tener que caminar tanto iban con cara de esperanza.
Relato 1: Notas desde la resistencia, Eleonora Nascimben
“Debemos continuar, lo que pasa aquí es un ejemplo para el mundo. No me importa si estalla una guerra civil, lo único que pido es un Chile libre. Si no lo hacemos ahora nunca lo volveremos hacer.”
Me dice un manifestante mientras un grupo de pibes con la cara cubierta arroja piedras y otros objetos en la entrada del metro en Plaza Dignidad. Lo hacen para protestar contra este lugar que muchos creen que se utilizó durante los primeros días de manifestación para torturar y matar algunas personas desaparecidas.
La primera advertencia ocurre con el lanzamiento del gas lacrimógeno desde el interior del metro.Luego los milicos salen a la calle con camiones. Algunos manifestantes se paran enfrente de los pacos levantando los brazos mientras que otros deciden tirar piedras a los tanques. Las fuerzas armadas responden con chorros de agua a la multitud dispersa. Pero no todos se rinden e
intentan recomponer las filas. Los milicos los rodean disparando gas. La gente huye, los niños que juegan en un parque cercano donde se ha reunido los manifestantes también se ven afectados. Un hombre grita: ¡Hay niños, para! ¡Hay niños jugando!”. Todo se congela. Fin de la protesta.
Sin título, Küyen
Veo jóvenes hastiados, valientes, decididos.
Veo adultos mediocres, cobardes, saturados de fantasmas y miedos.
Veo políticos corruptos, codiciosos, carentes de empatía e insultantemente mentirosos.
Veo empresarios que tratan a sus trabajadores como un costo que debe ser minimizado.
Veo represión, odio, frustración e indolencia.
Veo desigualdad y falta de oportunidades.
Veo una realidad que no me gusta, que va más allá de la injusticia y el status quo.
Veo que hay miedo al cambio, pero si no estamos bien, ¿Qué otro camino nos queda?
¿Seguimos sufriendo o saltamos al vacío? ¿Qué hay después del vacío? ¿Qué hay más allá del ahora?
El lunes en que algo cambió, Mauro Navarrete
Lunes 28 de octubre, al mediodía cambio de mando en la moneda, salía Chadwick entraba Blumel. A la tarde en la alameda con Santa Rosa, se quemaban un par de locales, en un gran incendio. Yo estaba comiendo sushi cerca de ahí y vi el incendio en la tele del local. Terminé y me fui corriendo a Santa Lucía, ya estaba anocheciendo, llegué y había mucha gente por la Alameda, en una horda alrededor de una gran barricada, gritaban y entonaban cánticos. De fondo, el metro quemándose y bomberos trabajando en lo que quedaba del incendio en Santa Rosa. Estuve un rato, decidí irme. Camine por Miraflores y entre por Agustinas. No había represión ahí, se había retirado, lo que veía eran carteles iluminados del Joker y locales saqueados. Me detuve a ver si podía participar, veía ropa, zapatillas y productos farmacéuticos botados por la calle. Solo atine a chutearlas, me daba risa patearlas. Pateando cosas con un precio que otra gente no se pudo llevar por tanto peso y que otras personas necesitan de hace años. Me sentí mal, a la vez bien, no quería llevármelas porque no tenía sentido. No tenían valor para mí, algo había cambiado.
«Bien es verdad que la lógica es imperturbable, sin embargo no resiste a un hombre que quiere vivir» Franz Kafka.
Golfo DiNapoli, Ricardo Aqueveque
Me llamaste, qué pasó. No le compré el regalo a mi amiga. Por acá está lleno de pacos. Imagen recurrente todos estos días. Pacos culiaos, pero yo le compré un planner. Bacán, oye me llegó la info que se pitearon a un cabro en Maipú, pero no se sabe si es verdad, parece que está la zorra en todos lados, se ve humo a la altura de Alameda. Desde temprano que los pacos andan con las escopetas, yo aún estoy en el peluquero, ¿me esperarás? Ya tomé el taxi, me vine directo al restaurante. Hay caos por todos lados. Sí, me llena el corazón que esté quedando la cagá. Tuve que caminar, la micro nos dejó tirados. Toma un taxi ahí donde estás. Quieren boicotear todo para que el pueblo ceda, quieren desatar un shock para justificar la represión. Estoy entrando al restorán, se vino volando el taxi. Dicen que hasta en Tobalaba hay mambo, no sé si pille taxi libre, ¿a qué hora llega tu amiga? Cerca de las 20. Parece que es cierto que balearon a un cabro, ya voy en la micro, ¿Dónde era? En el Golfo, ¿te pido una cervecita?, tienen sin alcohol. Gracias.