15 libros fundamentales en torno a la Unidad Popular, el Golpe y la dictadura
Por Julio Pinto
LOS 50 AÑOS EN LA COLECCIÓN HISTORIA DE LOM
Ha transcurrido medio siglo desde el golpe que fracturó nuestra historia contemporánea. Si bien la Unidad Popular también se propuso una ruptura importante con su propósito de transitar hacia el socialismo, dicha proyección finalmente no se cumplió, precisamente a consecuencia del golpe. Por lo demás, esa propuesta fue en muchos sentidos la continuación de un ciclo histórico de expansión de la democracia y la ciudadanía social que se venía desplegando desde los años 20. Fue ese ciclo el que se quebró definitivamente en 1973, y a partir de esa fecha, bajo imperativo dictatorial, esas tendencias fueron violentamente reemplazadas por un modelo que se sustentó en coordenadas diametralmente opuestas: la conculcación de la democracia, y la pérdida de derechos sociales. Tan diferente fue el régimen de convivencia surgido de allí, que no deja de resultar irónico que los admiradores de ese proyecto fulminen ahora a sus adversarios políticos en función de supuestas intenciones “refundacionales”. En realidad, fue en 1973 cuando se dio inicio a una refundación de la sociedad chilena, no en clave socialista, como lo habían soñado Salvador Allende y sus seguidores, sino de un capitalismo radicalizado y neoliberal. Pocas veces en nuestra historia se produjo un rompimiento tan drástico, y con consecuencias tan profundas. Es por eso que, al cumplirse 50 años de ese viraje, se hace necesario reflexionar en profundidad sobre su significado, tanto para quienes lo vivieron, como para quienes han heredado sus proyecciones.
La Colección Historia de LOM ha publicado una cantidad importante de títulos que pueden acompañar y alimentar esa reflexión, tanto en relación al golpe mismo, como a los años de la Unidad Popular que lo precedieron, y a los dictatoriales que le siguieron. Sería imposible dar cuenta pormenorizada de ellos en tan breves líneas, pero al menos se pueden sugerir algunas lecturas fundamentales para iniciar el ejercicio, y ojalá animarse a consultar otros que ayudarán a consolidar y matizar el cuadro que de ellas surja.

El punto de partida obligatorio es el ya clásico Chile actual, anatomía de un mito, de Tomás Moulian. A muy pocos años del término de la dictadura, cuando todavía no terminaban de asentarse bien sus efectos y derivaciones, Moulian fue capaz de estructurar una mirada panorámica de los procesos ocurridos entre el triunfo de la Unidad Popular y el inicio de nuestra interminable transición a la democracia. Con una agudeza analítica y una amplitud interpretativa de proporciones asombrosas, el Chile actual entrega múltiples claves de sentido para los dramáticos cambios experimentados durante esas dos décadas, claves que aún ahora, más de un cuarto de siglo después, siguen resultando muy certeras e iluminadoras. Se trata además de una de las muy escasas obras que abarcan de manera conjunta los dos períodos separados por el año 73: la Unidad Popular y la dictadura.
Durante mucho tiempo, y por razones fácilmente comprensibles (dolor de los unos, afán de olvido de los otros), la historiografía nacional se mostró reacia a abordar en profundidad los años de la Unidad Popular. De hecho, la primera historia general de ese proceso, también publicada por LOM, surgió de la pluma de un autor estadounidense: Peter Winn, con La revolución chilena. Más recientemente, Mario Garcés equilibró las cosas en favor de la historiografía nacional con su La Unidad Popular y la revolución en Chile, obra de síntesis histórica dirigida a un público general, con profusión de ilustraciones y otros recursos audiovisuales que hacen de ella un muy buen vehículo para situarse casi “presencialmente” en aquellos años, que parecen ahora tan lejanos.
Antes de la aparición de esas dos obras, y con motivo de conmemorarse los treinta y los cuarenta años del golpe de Estado, el Comité Editorial de LOM ejecutó dos proyectos orientados a estimular nuevas investigaciones históricas sobre la Unidad Popular. De allí surgieron trabajos de autoría colectiva titulados Cuando hicimos historia y Fiesta y drama, ambos coordinados por el encargado de la Colección Historia, Julio Pinto. La idea era aportar estudios monográficos a partir de fuentes primarias, destacando no tanto la dimensión más trágica de esa experiencia, sino sus facetas más creativas en los ámbitos de la política, la sociedad y la cultura. Aunque afortunadamente en los últimos años han aparecido nuevos estudios sobre ese proceso, ambos libros siguen entregando elementos provechosos y empíricamente fundamentados sobre un período que suele oscilar entre la idealización y la caricatura, esta última por lo general infamante.

Uno de los temas abordados en Cuando hicimos historia fue el de los cordones industriales, una de las experiencias tal vez más emblemáticas (y más vilipendiadas) de la Unidad Popular. Su autor, el historiador francés Franck Gaudichaud, publicó también en la Colección Historia un estudio en profundidad sobre ese proceso, titulado Chile, 1970-1973. Mil días que estremecieron al mundo. Otro desarrollo clave de ese período fue la profundización y radicalización de la reforma agraria, estudiada por María Angélica Illanes y Flor Recabal en Fiesta y drama, y más monográficamente por el segundo tomo de Historia rural del Chile central, de José Bengoa, y por La tierra para el que la trabaja, un novedoso libro de Heidi Tinsman que incorpora de manera sistemática la perspectiva de género.
Sobre el golpe mismo, puede leerse el estudio de Mario Garcés y Sebastián Leiva El golpe en La Legua, donde se combina una reconstrucción en profundidad de cómo se vivieron esos hechos en una de las poblaciones populares más emblemáticas de Santiago, con una reflexión sistemática sobre el uso de las memorias orales como instrumento de reconstrucción histórica. Se trata, por tanto, de un relato que rememora esos complejos días, pero que también sirve para ilustrar cómo nuestro oficio despliega diferentes estrategias para rescatar del olvido situaciones que no resultan fáciles de recuperar.
Para analizar la construcción del régimen dictatorial y la definición de su carácter, resultan indispensables dos textos monográficos de Verónica Valdivia sobre los principales actores, militares y civiles, de ese proceso. El primero, El golpe después del golpe, constituye uno de los estudios más exhaustivos e influyentes sobre la politización de las fuerzas armadas durante la década que precedió y la que siguió a 1973, y sobre las pugnas internas que finalmente desembocaron en su apropiación del proyecto neoliberal. El segundo, Nacionales y Gremialistas, se ocupa de las fuerzas políticas civiles que impulsaron el golpe y la instalación de dicho proyecto, dando cuenta de la transición hacia esa “nueva derecha” que imprimió su sello ideológico y doctrinario sobre el orden político “refundacional” impuesto a sangre y fuego tras la derrota de la Unidad Popular.

También bajo la dirección de Verónica Valdivia, la obra colectiva Su revolución contra nuestra revolución, se ocupa, en dos volúmenes, de la trayectoria inversa protagonizada por las izquierdas y las derechas entre las décadas de 1960 y 1980, cuyo punto de inflexión fue precisamente el año 1973. En la primera de esas etapas, fue la izquierda la que marcó el ritmo y las tendencias dominantes del período, pero tras el golpe de Estado la iniciativa pasó a manos de la derecha, quien fue la que en definitiva determinó el tipo de sociedad en que nos convertiríamos en el tránsito hacia el siglo XXI.
Otras publicaciones de la Colección Historia se adentran en aspectos más específicos de la experiencia dictatorial. Uno de los más decisivos, el represivo, ha sido caracterizado en los dos tomos dedicados por Gabriel Salazar (el primero titulado Villa Grimaldi, el segundo Voces profundas) a uno de los espacios más tristemente simbólicos de esa época. Conocedor personal de ese drama, Salazar consigue resaltar allí, con el aporte de muchos otros testimonios, el contrapunto entre represión y resistencia que tantas veces se reprodujo durante el ciclo dictatorial. El mismo contrapunto es rescatado por Rolando Álvarez en su Desde las sombras, donde se reconstruye, enfatizando tanto las dimensiones objetivas como subjetivas, la clandestinidad vivida por las y los militantes comunistas durante los llamados “años de plomo”. Por último, en Pan, trabajo, justicia y libertad, Mario Garcés se interna en otro de los espacios populares más castigados por la dictadura, el de las poblaciones urbanas, donde al igual que en los otros dos casos, nunca se extinguió el espíritu libertario ni la lucha por la dignidad humana.
Los 15 títulos rápidamente reseñados están por cierto lejos de agotar los aportes de la Colección Historia al conocimiento y comprensión de la fecha que se conmemora. Además, a ellos deben añadirse numerosas obras análogas aparecidas en otras colecciones de LOM, especialmente en Literatura y Ciencias Humanas. Pero con lo visto alcanza para hacerse una buena idea preliminar de lo que nuestra colección puede contribuir al proceso de rememoración y reflexión que la sociedad chilena deberá emprender durante este simbólico quincuagésimo aniversario. Hay allí mucho material para aprender de nuestras pasadas experiencias, y, sobre todo, para tratar de no cometer los mismos errores, y de construir una convivencia más sana hacia el futuro. Ese es, por lo demás, el verdadero sentido que tiene —o debería tener— el estudio de la Historia.
Julio Pinto Vallejos
Coordinador Colección Historia
LOM Ediciones