Missak: Recordando su legado

"Con la ayuda de mis amigos que quieran honrarme, haz que editen mis poemas y mis escritos... Llevarás mis recuerdos, si es posible, a mis padres en Armenia. Moriré con mis 23 camaradas en un momento, con el coraje y la serenidad de un hombre que tiene la conciencia muy tranquila... Hoy hay sol. Es mirando el sol y la bella naturaleza que tanto quise que diré adiós a la vida y a todos ustedes, mi querida mujer y mis queridos amigos..."

Extracto del capítulo 3 de la novela Missak de Didier Daeninckx

Al cumplirse 80 años del asesinato del armenio Missak Manouchian, combatiente, justiciero y poeta antifascista, recordamos y homenajeamos lo que fue su vida, sus luchas y su inmensa humanidad, compartiendo con nuestros lectores un extracto del capítulo 3 de la extraordinaria novela titulada “Missak”, escrita por el prestigioso periodista francés y autor de novela negra, Didier Fernand Daeninckx.

Durante la segunda guerra mundial, la resistencia francesa contra la ocupación nazi convocó a partisanos de todos los grupos sociales y culturales, con predominio de socialistas, comunistas, judíos e inmigrantes antifacistas de diversas nacionalidades. Se estima que unos tres mil de ellos cayeron fusilados o decapitados por las fuerzas de ocupación o la policía francesa. Esta novela relata la historia de uno de ellos.  

La mañana del 21 de febrero de 1944 el armenio Missak Manouchian, combatiente y justiciero, poeta y compañero leal, cae frente a un pelotón en el Fuerte del Mont Valérien, junto con 22 de sus compañeros, tras ser juzgados sumariamente por un tribunal militar alemán.

Once años después, Louis Dragere, joven y talentoso periodista de L'Humanité, es asignado por el mismísimo Jacques Duclos a un trabajo urgente: se inaugurará dentro de un mes una calle en honor al grupo de Manouchian, y el Partido Comunista de Francia entiende que el trascendental evento dará pie a una cruda disputa por la memoria, para lo que debe prepararse. ¿Quién fue verdaderamente el mítico Manouchian? ¿Qué sustento histórico tienen las críticas de los detractores? Durante esas semanas saltarán a la mesa del inolvidable Draguere una humanidad abigarrada por las migraciones forzadas; el testimonio de una militancia antifascista anónima y heroica, y hallazgos insospechados sobre una traición al interior de las filas de izquierda.

Con trazos de policial histórico y crónica social, en Missak Didier Daeninckx compone un apasionante retrato de la posguerra europea y una magistral recreación del París post ocupación nazi.

 

Capítulo 3

Odette y él habitaban una gran pieza situada sobre el taller de un fabricante de sellos de tinta hechos a medida, en la rue de l’Aqueduc. Se habían acostumbrado al ruido de la máquina de estampas, al rechinar de la cortina de fierro que se levantaba al mismo tiempo que el día. El rumor del tráfico de la estación de París Este les llegaba, sobre todo en verano, cuando el sol les obligaba a dejar las ventanas grandes abiertas. Su vecino de piso, un hombre pequeño y regordete que vivía con una mujer joven afectada por una cojera notoria, siempre tenía un negocio para proponer. Cigarrillos americanos a mitad de precio, rilletes de origen controlado, vino de productores, muebles nuevos que habían estado en liquidación, trajes a medida... Louis se lo había cruzado un poco tiempo antes, a la salida de un cierre de edición, por la madrugada. Vestido con un uniforme violeta y una gorra en la cabeza con la visera levantada, captaba a los provincianos alegres que pasaban delante del Tabarin, un club de striptease del barrio de Pigalle que no tenía problemas con que asistieran bobos. Dragère había rechazado su invitación, que incluía una copa de champaña por parte de la casa.

Prendió una yesca con madera de cajas recogidas en Les Halles para encender la leña que estaba en la chimenea antes de tomar conocimiento de la información que le había dado el secretario de Jacques Duclos. Puso de lado la lista de contactos, aterrorizado por la mera idea de tener que llamar a Louis Aragon. Supo que Missak Manouchian había nacido el 1 de septiembre de 1906 en Adiyaman, Turquía. Huérfano, había sido acogido, al igual que su hermano, por una institución religiosa del Líbano. Exiliado en Francia en 1925, había pasado por Marsella antes de llegar a trabajar en Citroën. Afiliado al Partido Comunista en 1935, había dirigido un periódico, Zangou. En la misma época, había sido la cabeza de una organización de solidaridad con la Armenia soviética, el HOG, donde había conocido a su futura mujer, Mélinée Assadourian. Detenido por la policía francesa en junio de 1941, al mismo tiempo que comenzaba la invasión de la URSS por parte del ejército nazi, se había vuelto, poco después de su liberación, uno de los responsables de la sección armenia de la Mano de Obra Inmigrante (MOI). Habiendo sido asignado a los Francotiradores y Partisanos (FTP) en febrero de 1943, participó al mes siguiente en su primera operación armada. Fue promovido a comisario técnico de los FTP en julio del mismo año, luego a comisario político en agosto, teniendo autoridad sobre unos cincuenta combatientes. Bajo su dirección se llevaron a cabo unas treinta acciones militares en París contra las tropas de ocupación, entre las cuales la más bullada fue la ejecución del general Julius Ritter, un cercano de Hitler, organizador del saqueo de Francia por medio del Servicio de Trabajo Obligatorio. Detenido por la Brigada Especial N°2 de la Dirección de Inteligencia el 16 de noviembre de 1943, Missak Manouchian es juzgado sumariamente por un tribunal militar alemán, junto con 22 de sus compañeros, y fusilado en el Fuerte del Mont Valérien durante la mañana del 21 de febrero de 1944. Dos documentos acompañaban la biografía. Una reproducción, en primer lugar, del Afiche Rojo puesto por los nazis en los muros, con diez rostros en medallones, encuadrados por estas palabras: «¿Liberadores? ¡La liberación del ejército del crimen!». Luego, una transcripción de la última carta escrita a su mujer Mélinée, de parte de aquel que firmaba «Michel» para darle un saludo a su país de adopción. Dragère leyó las palabras moviendo sus labios en silencio:

Mi querida Mélinée, mi pequeña huérfana amada,

En algunas horas ya no estaré en este mundo. Seremos fusilados esta tarde a las 15 horas. Esto me llega como un accidente en mi vida, no creo en ello, sin embargo, sé que nunca más te veré.

¿Qué puedo escribirte? Todo está muy confuso en mí y al mismo tiempo muy claro.

Me había alistado en el Ejército de Liberación como soldado voluntario, y muero a dos dedos de la Victoria y de la meta. Felicidades para todos aquellos que van a sobrevivir y gozar de la dulzura de la Libertad y de la Paz de mañana. Estoy seguro de que el pueblo francés y todos los combatientes por la Libertad sabrán honrar nuestra memoria dignamente. Al momento de morir, declaro que no tengo ningún odio contra el pueblo alemán y contra quien sea, cada uno tendrá lo que se merece como castigo y como recompensa. El pueblo alemán y todos los otros pueblos vivirán en paz y en fraternidad después de la guerra, que no durará mucho más. Felicidades para todos... Tengo un gran dolor por no haberte hecho feliz, habría querido tener un hijo contigo, como siempre quisiste. Te ruego entonces que te cases después de la guerra, sin falta, y que tengas un hijo por mi felicidad, y para cumplir mi última voluntad, cásate con alguien que pueda hacerte feliz. Todos mis bienes y todas mis cosas te las dejo a ti, a tu hermana y a mis sobrinos. Después de la guerra, podrás hacer valer tu derecho de pensión de guerra como mi esposa, ya que muero como soldado regular del Ejército Francés de Liberación.

Con la ayuda de mis amigos que quieran honrarme, haz que editen mis poemas y mis escritos... Llevarás mis recuerdos, si es posible, a mis padres en Armenia. Moriré con mis 23 camaradas en un momento, con el coraje y la serenidad de un hombre que tiene la conciencia muy tranquila... Hoy hay sol. Es mirando el sol y la bella naturaleza que tanto quise que diré adiós a la vida y a todos ustedes, mi querida mujer y mis queridos amigos... Te doy un fuerte abrazo, así como a tu hermana y a todos los amigos que me conocen de lejos o de cerca, los abrazo a todos en mi corazón. Adiós. Tu amigo, tu camarada, tu marido.

Manouchian Michel.