Manifiesto de Poder
Escrituras feministas en la revuelta coge las fumaradas de esa riqueza, conectando y tensando sentidos y composiciones feministas. Amplía el espectro autoral contra una cultura que tiende a quedar prendada de los nombres consagrados y que hace desaparecer, no da sitio o resiste lo nuevo que emerge en su silabeo o como discurso asertivo.

En las secciones del libro, algunos de los diversos textos espejean las certezas de Las Tesis; otros hacen de la interrogación su lucidez; unos dialogan entre sí en afinidades o distancias de interpretación, multiplicidad que queda recogida en esta selección, pero que a la vez señala una potencia común: aquella que desde las diferentes intersecciones y posicionamientos acoplan ámbitos similares de pensamiento, resaltando escollos, énfasis y sinuosidades advertidas desde lenguajes variados. Allegamos el hálito de lo que sabemos y no sabemos, los balbuceos y también la firmeza de los enunciados, la ira y el dolor, lo preciso y lo difuso, lo comprendido y lo inaprehensible. El tempo de estos textos es también disímil: algunos escritos completamente en la actualidad de este fulgor; otros revisitan reflexiones previas contemporizándolas; y otros, signados en la oralidad, adquieren registro escrito. Hoy compartimos uno de estos textos que conforma el libro:
Manifiesto de Poder
Por La Pantera
El tiempo se expande y contrae en espirales, de forma incluyente, pasado y futuro se conectan. Mientras más se polariza la ensoñación compartida, mientras más incoherencia… ¡irrumpe la crisis! Crisis de recursos, crisis neoliberal, crisis de consciencia. ¡Maravillosa y violenta crisis que trae murmullos de sanación! La destrucción es Caicai Vilú, Kali, El Arcano XIII, Plutón y cuantas formas arquetípicas puedan representar la energía que tiende al reequilibrio, al retorno de la onda: esa violenta energía colectiva que pulsa por una trasformación. Y esto no se limita a un estallido, el nombre que le pusieron en la tele, un nombre para controlar, para definir cuándo empieza y termina un proceso. Son capas de sentidos comunes y de consciencia que se fisuran, luego de siglos de energía activa depredadora, del individuo hacia afuera. La crisis es la apertura a experimentar el otro lado, el que olvidamos pero late en nuestra matriz y sentimos sin saber…
Durante octubre vi la plaza de lejos, a través de pantallas. Tan ajena era entonces para mí la ciudad, que la observé como una puesta en escena, habitada por personajes accionando ahí: los capuchas, los pacos, la gente mirando, los que registran, los que cuidan, los que venden…. Todos moviéndose de acuerdo a su rol y armando una danza colectiva. Hasta que un día, atraída por el centro, por el símbolo de la dignidad, sentí el impulso de subirme a ese escenario y regresar a la ciudad que en otra vida habité.