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Lecturas de verano. Tres títulos de Poesía

Ese espacio ese jardín / El pan y el vino / Parloteo de sombra

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Descripción

Tres espectaculares libros de poesía para refrescar la mente durante estas vacaciones de verano.

Ese espacio ese jardín. Autora Coral Bracho

La poesía mexicana contemporánea ha reconocido en Coral Bracho una de las voces más potentes de la llamada posmodernidad: Ese espacio, ese jardín recibió en México el Premio Xavier Villaurrutia como mejor libro del 2003. En este poemario se da cuenta del repliegue del discurso y de una fragmentariedad que se vincula con la transfiguración erótica, con las pulsiones animales, como un discurso sin una territorialidad precisa. Distintas voces se formulan entre sí algo que se extiende y cobra palabra bajo distintas formas. La lectura del largo poema de Ese espacio, ese jardín se convierte en una experiencia única. Un asombro ante la escritura, a veces cercana al ascetismo, que logra vincular los sentidos con la existencia misma en medio de un espacio transmutado en el tiempo. Una presunción hacia nosotros mismos, para concebir lo que no podemos alcanzar.

El pan y el vino. Autor Efraín Barquero

Este es un libro compuesto por 27 textos con título que dialogan con otros poemas, una voz en off ensimismada. Los quiebres del verso, los vacíos del silencio, el montaje de la página, los encabalgamientos, los cambios de persona, los cortes suspensivos de los textos, inducen al lector a participar no solo en lo que se dice, sino también en el cómo se dice.

Parloteo de sombra. Autora Damaris Calderón

Al comienzo de su nuevo poemario, Parloteo de sombra, Damaris Calderón vuelve la mirada hacia su pueblo de Jagüey Grande, Matanzas. Específicamente sobre uno de esos olvidados cementerios de provincia en los que los muertos hablan y recuerdan que alguna vez vivieron o al menos lo intentaron. Registrando el periplo biográfico de la autora, en Parloteo de sombra aparecen también el Cementerio de Colón, en La Habana; calles de la ciudad vieja con nombres luctuosos, algún balneario chileno crucificado por el óxido, y enterramientos precolombinos escondidos bajo el desierto, no muy lejos de la oficina salitrera Humberstone, que se yergue como el esqueleto de un sueño. Son paisajes de recuerdos, de vivencias, latencias, amigos, pérdidas, muchas pérdidas. Mi parloteo desde la sombra, la zona muda, la muerte.